Me la pelan los hombres con cara de hipoteca
y las rubias de bote
que matizan las mechas
con minuciosos coleteros.
Gente con cardenales
y avispas en los dientes.
Me enseñaron a abrir la caja de los truenos
con insignificancias,
la cierro porque quiero recordarlo.
Soy así de capullo.
Algunas veces creo que podría ser mejor persona,
entonces abro un libro
y sé que no es lo mío.
No me divierte guardar nada.
2 comentarios:
Muy bueno...jjajjajajjaja. Me gustó y, fuera de bromas, me admira tu ironía. Un abrazo
Sin ironía... qué hacemos.
Ese abrazo Tino.
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