martes, 11 de marzo de 2008

OTRA VEZ LA MAÑANA

Otra vez la mañana me contiene en un verso
al que no puedo dar explicaciones
debido a la sordera
que le ha diagnosticado mi memoria.

Otra vez la mañana hace de Judas
mientras que las farolas persisten en la idea
de tender a infinito
y el pasado se gasta el presupuesto en bombillas.

Otra vez
la mañana se acuesta entre mis dientes
como el gas de un gin tonic a deshoras.

Otra vez.
La mañana.



Uno de los últimos poemas que escrito y del que me siento especialmente orgulloso porque llevaba tiempo queriendo nacer y por fin se abrieron la luz y el espacio suficientes.