No sé de dónde nace este letargo
que me atropella el hueso,
la voz una melliza,
el alma un corre y dile;
ascuas caninas en la boca.
Del aire al aire hay un camino,
en su coito de huellas no hay infancia,
no hay andén a la izquierda;
la piedra es un parnaso de alfileres.
Andan a tientas las palabras.
De nada más se habla en los mares.
domingo, 31 de enero de 2010
De nada más se habla
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4 comentarios:
Genial este poema Antolín! hacía tiempo que no leía tus versos (que no tu prosa) y como siempre, dejas un sabor de boca magnífico.
Un abrazo
Marian
Gracias Marian, espero que esté bien. Literariamente me consta que sí. Un besazo y chin chin para no perder la costumbre.
Ya sólo te leo por aquí y no cuelgas muchos poemas.
Que bonito "la piedra es un parnaso de alfileres".. me gusta.
Gracias Bleti, es verdad que lo tengo un poco abandonado, voy retomaándolo. Besazos
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