lunes, 24 de diciembre de 2012

A morro



Al otro lado un alma a cuatro patas
pone el setenta y ocho por ciento de energía.
Se concentra. Me empalmo.
No existen exteriores
ni nadie ha pronunciado sus siniestros.
Ocurre lo que tiene que ocurrir
cuando se quiere a morro.
Se nos despierta la garganta.

2 comentarios:

Desconcierto dijo...

Grande... (sonrío)

qué 'fácil' tu poesía y qué tremendaaaa

un abrazo
y...
FELIZ 2013

Tania Alegria dijo...

Me gusta mucho leer tu poesía. No sé decir lo cuánto. Pero es bastante. Siempre me ha gustado. Porque hace mucho tiempo que sigo tus huellas. Ahora voy a leerte en La Galbana. Todavía no me había encontrado con tu narrativa en ninguna de las encrucijadas en que nos cruzamos.
Un abrazo fuerte, como lo mereces.